El feminismo en México, y en general en la actualidad, debería estar destinado a convertirse en el movimiento de “lucha” por derechos más grande e importante de la historia moderna.

En la dialéctica histórica, siempre han surgido grupos contrarios a la persona o personas en el poder. Sea este cualquier poder. Lo importante es un grupo de personas que se identifican entre sí, que se dan cuenta que comparten intereses –problemas- y características, entre ellas la principal es que tienen un enemigo en común; en algún momento este grupo crece y se enfrentan al grupo dominante. Una lucha de clases. Puede ser o no que consigan los objetivos iniciales; rara vez existen las victorias absolutas. Siempre habrá que renunciar a una cosa, a cambio de otra, y reiniciar el ciclo.

 

No pretendo escribir mucho sobre ello, simplemente aceptémoslo como verdadero. Cualquier persona que haya ido a la escuela, que haya leído historia, lo comprenderá.

 

Me atrevo a decir que en esta dialéctica histórica, las mujeres son el grupo más grande que jamás se haya identificado entre sí. Deben ser la mitad de la población mundial (49.6%, según estadísticas). Así representan un grupo oprimido que lucha por sus derechos, al cual debe tomarse muy en serio.

El feminismo es la búsqueda por la equidad de trato, y de derechos entre hombres y mujeres. En México es un tema aún reciente. Aquí exponemos un poco de estas situaciones diarias que representan discriminación
Debemos buscar la equidad de derechos y obligaciones

Ahora que de manera breve establecí la importancia numérica del tema, procedo a explicar qué entiendo por feminismo: como ya lo presenté, es una lucha de clases, de grupos antagónicos. Mujeres feministas (radicales y moderadas) vs el patriarcado. Las feministas luchan en diferentes campos, por lograr una EFECTIVA EQUIDAD EN LOS DERECHOS Y EN LOS ROLES. El patriarcado por definición implica una posición de poder, una ventaja, ser quien dicta las reglas para su propio beneficio; ahora bien, uno puede participar de este patriarcado sin darse cuenta.

 

El patriarcado se construye en el día a día, a través de relaciones, reglas, lenguaje, economía, Derecho, en el transporte público, al llegar a casa, en el trabajo. Está presente en todo. No se culpe por ello; usando una referencia de películas, imagine que el patriarcado es como la Matrix. Usted simplemente participa en ella, y mira todo a su alrededor como lo normal. “Así eran las cosas cuando yo nací”.

 

Si Usted lector es hombre, es muy probable que haya disfrutado sus ventajas infinidad de veces sin siquiera percatarse. Si es mujer, seguramente le habrá pasado lo mismo, pero al revés: ha enfrentado desventajas tantas veces que incluso ya dejó de darse cuenta. Las normalizó.

 

Pongo ejemplos rápidos:

  • Para las mujeres hay no cover en antros. Como mujer pensará que es una ventaja, y quizá lo sea si le gusta ahorrarse unos pesos a cambio de ser discriminada. Implica que Usted se convierte en el atractivo del antro: los hombres van ahí para encontrarla. Para el dueño del antro quien tiene la solvencia económica, y además quien más consume es el hombre. Por tanto la mujer se convierte en el objeto, en el medio para atraer clientes varones, y por tanto dinero.

 

  • En el uso del lenguaje cotidiano hay muchas palabras que en su terminación masculina representan valores positivos, deseables; mientras que en el femenino son valores negativos, cosas malas. Por ejemplo Gallo es sinónimo de valor, Gallina de cobardía; Zorro es un ser astuto, Zorra es una prostituta; un Toro es fuerte, grande, una Vaca, es gorda, obesa y tonta;  si hablamos de un hombre accesible significa que se puede dialogar con él, una mujer accesible es quien se presta con facilidad a una relación sexual; sólo por mencionar algunas.

 

  • Cuando mi esposa y yo vamos a un restaurante, muchas ocasiones ella paga, saca el dinero de su bolsa, sin embargo el cambio me lo dan a mí. Soy hombre y ello implica que el tema del dinero y su manejo es todo mío.

 

  • Normalmente cuando los mexicanos recibimos visitas en casa, estas llevan comida o bebidas; se pasan hasta la cocina y buscan entregárselas a la mujer en su mano, o le preguntan a ella ¿Dónde te lo dejo?

 

  • Cuando algo malo sucede, generalmente algo que produce dolor, nos decimos “no seas nena/vieja/niña”

 

Estas son algunas situaciones que demuestran que somos sexistas, aún si no lo somos voluntariamente.

 

En general el patriarcado se ha ido construyendo por el tiempo y la sociedad. Sin embargo, con el avance de los derechos y las necesidades, observamos que las cosas ya no pueden ser así. Lo que no se vale es ser MACHISTA, pues ello implica una discriminación deliberada de su parte, abusa de su posición masculina a propósito.

 

El feminismo tiene razón en muchos de sus reclamos. También es natural que entre ellas mismas haya posiciones contrarias, desacuerdos, y confusiones, ¿en qué grupo no los hay?

 

Ahora nuestra posición como hombres y mujeres es analizar nuestras conductas, y ayudar a terminar situaciones de discriminación basadas en diferencias no objetivas. En sano castellano significa identificar todas las ocasiones que hombres y mujeres nos manejamos con reglas distintas, sin que estas tengan una razón de ser lógica y/o real; simplemente son por fuerza de costumbres sociales, o por creencias personales de quien puso las reglas.